Hoy en La Vida Cotidiana te vamos a hablar sobre curiosidades y anécdotas de esta forma de pena de muerte también considerada como la “más humana” por no hacerle sufrir tanto al preso como lo hace la silla eléctrica, por ejemplo.
Antes de centrarnos en el tema que nos ocupa, es necesario definir por encima y de forma generalizada en qué consiste la inyección letal. Seguro que muchos de vosotros ya lo sabéis y otros os podéis hacer la idea por lo que habéis escuchado y visto en películas o en noticias pero tenemos en deber de informaros.
¿En qué consiste la inyección letal?
Puesto que no es el tema central de esta entrada, seremos muy breves y concisos. Esta forma de pena de muerte consiste en suministrar una serie de altas dosis de drogas al preso para que finalmente muera. Se divide en tres tandas: la primera anestesia al paciente; la segunda actúa como relajante muscular y la tercera provoca el fallo cardíaco.
Para aplicar estas dosis al preso lo que le hacen es tumbarlo en una camilla con los brazos en cruz y atarlo para inmovilizarlo y que se mueva lo menos posible mientras realiza este proceso.
Ahora sí: Curiosidades de la inyección letal
Una vez visto y entendido a grandes rasgos el proceso, ya te podemos contar curiosidades sobre este hecho. Seguro que hay muchas más pero te vamos a resumir algunas de ellas para que te vayas haciendo una idea:
– Aunque el fin de la inyección letal es la propia muerte las agujas se esterilizan para asegurar que las sustancias que se les inyectan hagan su efecto.
– El lugar con más penas de muerte mediante inyección letal es el estado estadounidense deTexas con un total de 517 entre los años 1982 y 2014.
– La persona que inyecta las sustancias nunca es un médico debido a que incumpliría su juramento hipocrático.
– El preso Joseph R. Wood tardó casi dos horas en fallecer por inyección letal.
– El preso Romell Broom sobrevivió a 18 pinchazos fallidos al no encontrar en ninguna ocasión una vena donde introducir la sonda pertinente.
– Sobre la camilla donde son ejecutados, los presos disponen de un micrófono para realizar sus últimas palabras si así lo desean.
Mención especial para las últimas cenas
A través de las películas americanas hemos aprendido que un preso tiene derecho a una última cena que más desee antes de ser ejecutado. Este hecho no es mentira. Por eso como curiosidades de la inyección letal también te traemos algunas últimas cenas muy peculiares.
– La última cena del preso Stephen Anderson fueron unos simples sándwiches, un poco de maíz, queso y como postre un helado de chocolate, eso sí, granizado. No es una cena muy especial para ser la última, ¿no?
– A ver qué os parece ésta. Denis W. Bagwell tomó como última cena, tomad nota, un filete con sala, tres pechugas de pollo, unas costillas, otros tres muslos de pollo frito, para acompañar unos aros de cebolla, un poco de tocino y una mísera docena de huevos revueltos. Algo de verdura como tomate y una ensalada, dos hamburguesas completas y para que todo pasara bien, un té, un café y un poco de leche. ¡Casi nada!
– También hay casos llamativos en otros aspectos, como el del preso Philip Workman. Este hombre decidió no tomar nada en su última noche de vida. En cambio pidió que se le diera una pizza a alguna persona sin techo, a algún vagabundo. Hecho que no cayó en el olvido y se repartieron pizzas a varias personas que estaban en esta situación descrita.
Como veis hay de todo en un hecho tan dramático como es la muerte mediante la inyección letal. Es un tema que quizás no sea muy coloquial del que hablar pero que tenemos la obligación de tratar al ser algo que ocurre en nuestra vida cotidiana.
Por supuesto estamos abiertos a sugerencias y a ampliar información sobre curiosidades que no hemos tratado sobre este tema. Vosotros completáis nuestros aportes con vuestros comentariosasí que no dudéis en ningún momento en participar y compartir con nosotros y el resto de lectores todo lo que sabéis.